En mi etapa inicial me dediqué a la Ingeniería pero a raíz de una lesión deportiva empecé a practicar Yoga y fué ahí cuando se despertaron en mí otras necesidades y anhelos. Estos anhelos se convirtieron en el combustible que me impulsó a seguir explorando-Me e investigando-ME, cultivando disciplinas como el Shiatsu (terapia corporal), la Medicina tradicional china, el Tantra o el Coaching.

En este camino de cambio, curiosidad y necesidad me encontré de repente con que ya no estaba a gusto con las personas con las que me había rodeado hasta el momento. Me sentía insatisfecho, con ansiedad, como un bicho raro e incluso culpable por sentirme así. No me entendía con mi pareja, mis amigos me aburrían, me peleaba con la familia, mi concepto de masculinidad chocaba con mi entorno…

Había cambiado la forma en que veía el mundo y quería algo más en mis relaciones, algo que realmente nutriera esta nueva parte de mí que había aflorado a la superficie para vivir mi masculinidad, mi espiritualidad y mi humanidad de manera más plena y consciente sin renunciar a las personas que quería.

Así que me puse manos a la obra para adaptarme al mundo sin renunciar a mí mismo.

La forma de relacionarme conmigo y con los demás cambió, mis emociones se volvieron menos desbordantes y me rodee de personas afines con las que podía compartir visiones y proyectos. Dejé atrás relaciones (a las que sigo agradecido),  encontré otras con las que compartir parte del trayecto y otras existentes se transformaron en el fluir de la vida.

                                                                                  «Me sentí pleno y orgulloso de ser un Hombre, un Dios y un ser Humano»

Ahora acompaño a hombres insatisfechos en sus relaciones personales a vivir su masculinidad y espiritualidad de forma más plena. Compartiendo mi experiencia, mis aprendizajes y las herramientas que me han ayudado y ayudan en este camino llamado Vida.